Killing Bono: La banda que casi fue U2

Esta comedia rockera, basada en el libro autobiográfico de Neil McCormick «Killing Bono: I was Bono´s Doppelganger«, es de esas películas poco mencionadas que uno se encuentra o por casualidad, o como resultado de ser muy fan de una banda o, en mi caso, de un actor.

Ben Barnes y Robert Sheehan dan vida a los hermanos McCormick (quienes, por cierto, aparecen brevemente en la película), antiguos compañeros de escuela de cuatro chicos irlandeses que se convertirían en U2, en una historia que nos muestra las dificultades de cumplir tus sueños de fama y fortuna cuando te encuentras a la sombra de una estrella en ascenso.

Martin McCann como Bono.

Dirigida por Nick Hamm, la película nos lleva por los primeros años de U2, de su formación hasta su salto a la fama, pero visto desde la perspectiva de la otra banda irlandesa del momento, esa que tocaba en fiestas y teatros pequeños, apoyada por gángsters locales, al mismo tiempo que su vocalista rechazaba las invitaciones por parte de su amigo Bono a participar en giras por Europa, convencido hasta el final de su propio talento y capacidad de lograrlo por sí mismo.

Ben Barnes y Robert Sheehan como los hermanos McCormick.

En lo personal, creo que es un filme indispensable para todos los fans de U2, así como para los que en algún momento soñamos con el estrellato; aunque tengo que advertir que probablemente sea un tanto desesperanzador para los segundos, ya que muestra el agudo contraste entre una historia de fama y éxito casi instantáneos, y una de lucha, decepción y sueños rotos. De cualquier forma, lo hace en un tono ligero y alegre, y nos transmite lo fascinante que debió haber sido moverse a través de la escena musical en una época en que todavía existían las estrellas de rock.

Por cierto, sí me dejó con suficiente curiosidad como para agregar el libro a mi lista de próximas lecturas, ya les platicaré.

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