Una noche fría y húmeda afuera del venue… y, adentro, un público que se iba impacientando conforme pasaban los minutos. Por fin, apagan las luces del escenario y entra la joven agrupación para empezar a generar un ruido que no pararía en toda la noche.
La escena indie nacional tiene grandes retos: cada vez es más difícil llenar un venue, el público cada vez es más exigente, poco a poco se ha ido haciendo menos atractivo ver la clásica alineación de guitarras-bajo-batería-voz. The Space Ocean superó los retos con creces: había una gran expectativa de los asistentes por escuchar a la alineación jalisciense en tierra azteca, esa presión que solo te da jugar en una cancha de visitante; pero con un setlist bien estructurado lograron que su público no dejara de cantar y saltar durante toda su presentación.
Como una grata sorpresa, Omar (el vocalista) cedió el micrófono a Ariel: guitarrista de Monte Carlo, a quien el público recibió con la misma energía, dándole un interesante refresh al escenario. Aunque se veía venir el final de la presentación, siguieron conquistando al público minuto a minuto, no sin antes recordarnos sobre su próxima entrega, «No me siento yo», disponible a partir del 18 de agosto. Estaremos al pendiente.
Un breve intermedio para dejar de saltar, beber un poco y sube al escenario Monte Carlo, con un sonido más maduro, pero con la misma energía. Pocas veces alguien tiene la fortuna de escuchar en vivo el cierre de una gira: un setlist bien ensayado, canciones clásicas, canciones nuevas… quien sabe si algunas de ellas llegarán a las plataformas digitales, así que escucharlas tal vez por única ocasión se siente como un privilegio.
Sin duda, la canción «Náufragos» fue la estelar: una de las favoritas de sus seguidores desde el 2021 que, sin embargo, se llevó la noche al presentar una versión un tanto diferente a la de Spotify; siempre apreciaremos a esas bandas que le agregan un punch extra a sus presentaciones en vivo. Su vocalista, Ricardo, se apoderó del escenario unos minutos para estrenar una canción acústica y darle un respiro a Ariel, quien retomó el protagonismo al cantar el cover de Bandalos Chinos, «Vámonos de viaje», para lentamente llegar al final de la noche con una batería siempre poderosa.
Y así termina una noche enérgica, un público cálido, dos actos jaliscienses entregados y comprometidos con sus fans, un venue céntrico y con acústica agradable. Una noche que los tapatíos se llevaron, con el recuerdo de por qué el público azteca es tan querido a nivel mundial.